Bien es cierto que hago alguna que otra foto, pero de otra forma, a otro ritmo y sobre todo las que hago, las utilizo para mi otro espacio Yoga y Ser (que os invito a conocer, si no habéis pasado ya).
Me apetecía tanto volver a participar en un Despierta de Álvaro Sanz que cuando ví el anuncio en Instagram, me emocionó muchísimo. Acto seguido me dí cuenta de que volvía a coincidir con un fin de semana en el que tenía formación, pero esta vez, aún más intenso, porque tenía retiro de fin de semana y despertaría fuera de mi casa. Estaba totalmente segura de que cuando amaneciera estaría despierta, pero ¿podría hacer una foto?... ¿por qué no?. Fuera como fuera me llevaría la cámara y tal vez si, tal vez no... todo se andaría.
Y no me equivoqué, estaba más que despierta porque las emociones y el extrañar el lugar, hicieron que casi no pegara ojo esa noche. Antes de la hora que debíamos despertarnos, yo salí de la habitación y bajé con mi cámara. Atisbé por las ventanas... ahí comenzaba el sol a querer hacer su aparición y sus primeros rayos comenzaban a hacer huir las sombras de la noche.
No sabía si podía salir de la casa y tampoco sabía si, aunque pudiera, los perros comenzarían a ladrar y despertarían al resto de la casa, así que miré a mi alrededor y me fijé en cómo comenzaban a tomar forma los objetos esparcidos en la sala, con la tenue luz de una lámpara y con la claridad que comenzaba a colarse muy poco a poco a través de las ligeras persianas de la estancia.
Elegí el revelado en blanco y negro para el interior, me pareció que guardaba aún más esa sensación de intimidad y de paz.
Esta fue mi elegida para enviar a Álvaro y a su equipo |
Mis ojos se iban una y otra vez a las paredes, siguiendo las líneas que dibujaban los rayos de luz en las mismas y las sinuosas formas de algunos de los cuadros. Algo tan simple, tan sencillo... quizás para algunos tan aburrido, monótono y falta de interés..., pero no para mí. Tuve que capturar esos dibujos, esas líneas.
Al poco acudió una mis queridas compañeras y mientras hablaba con ella, miraba extasiada la luz colándose a través de su cabello, así que le pedí que me dejara hacer una foto para captar esa luz entre tanta oscuridad. ¡Muchísimas Gracias K por permitirme este momento!.
Un gran fin de semana sin lugar a dudas, con maravillosas personas y lleno de vivencias intensas y esclarecedoras. Tuve la ocasión además de conocer HolYoga y de disfrutar de la compañía y el maravilloso cuidado de sus anfitriones. La ecuación estaba servida: Yoga, Convivencia, Examen, Meditación, Experiencias inesperadas y además... nuestro retiro también se convirtió en mi #DespiertaFoto en esta ocasión.