Te cuento una historia con "Déjame que te cuente"

Ya he hablado varias veces por aquí de Angie Ravelo, 

he hecho sus cursos online y he aprendido muchísimo, 

pero también he conocido a una persona positiva, 

llena de energía y pasión, con la cabecita siempre en marcha

y creando cositas... como ahora, que tiene una nueva sección

en su página/blog y en la cual se puede participar. 

Se trata de "Déjame que te cuente" en donde se unen fotografía 

e historia, porque por mucho que queramos captar los momentos 

siempre se pierde algo, un poquito de ese momento, de toda la 

historia que rodea a la foto, del antes, del instante, del después.., 

de cómo la ideamos, o de cómo fue ese momento fugaz..., 

de qué nos transmite, qué recuerdos, qué sensaciones...

En el enlace, podéis ver en qué cosiste y cómo participar. 

Ya se ha apuntado mucha gente y todos los jueves se van 

publicando por orden de llegada, así que ¡¡¡apúntate!!!.

Tuve el gran honor y el placer de ser su primera invitada 

y para ello elegí este momento... esta historia...

Ésta es la última caja de pinturas que me compraron mis padres cuando estudiaba todavía EGB, si no recuerdo mal. Más bien la elegiría mi madre, supongo. Fue una gratísima sorpresa cuando la ví… una caja de pinturas metálica, ohhhh, ya la abrí con veneración, me maravilló. Han pasado muuuuchos años, más de los que tenía cuando la abrí esa primera vez. No han sido utilizadas todo lo que merecían tal vez, pero siempre las he guardado celosamente, las he llevado conmigo de una casa a otra, como un tesoro… una pequeña conexión entre mis padres, mi infancia y juventud, mi afición por el dibujo y pintura truncada al llegar al instituto. Ahora, no hace todavía dos años, redescubiertas, gracias a una amiga que me animó nuevamente a dibujar y pintar, las abro con tanta veneración o más que en aquel entonces, poso mis ojos sobre ellas y recuerdo ese primer instante con mis padres, poso mis dedos sobre ellas, siento su energía, me transmiten sensaciones maravillosas y cuando en mis manos van dejando su color sobre el papel, siento un cosquilleo de placer y felicidad. Me siento libre, imaginativa y creadora y dejo que mi imaginación fluya a través de ellas, sin prestar atención al tiempo, sólo ellas, mi dibujo y yo… disfrutando.

También está la versión en color de la misma foto y

realmente, me fue muy complicado elegir cuál de las dos 

me quedaba para la historia...

¿Con cuál te quedarías tú?.